jueves, 25 de agosto de 2016

Parroquia San Miguel Arcangel de Monte

HISTORIA DE LA PARROQUIA:



En el año 1776, el Virrey Vertiz mando a construir un Fuerte, en este paraje, cómo puesto de avanzada para controlar a los indios. Pero es el 18 de noviembre de 1779, que se comienza a construir la primera Capilla del Fuerte, lo que da lugar a que se empiece a poblar alrededor de la misma, creciendo paulatinamente el pueblo.

Los milicianos del lugar piden la protección de San Miguel Arcángel, es por eso que la Parroquia toma su nombre y coloca al Arcángel San Miguel, como protector del pueblo.
La Primera fue destruida la noche del 24 de diciembre de 1778 al ser atacado el Fuerte Guardia del Monte por los indios pampas, el Fuerte y la Capilla fueron destruidos por el fuego.
La segunda Capilla, fue levantada en el año 1779, el 25 de enero de 1784 el capitán Viamonte se quejaba del pésimo estado en que se encontraba el Fuerte y su Capilla. El Virrey "no obstante la escasez de fondos con que se hallaba el ramo de guerra" ordenó que se entregaran $ 10.320 de la Real Hacienda, para la reparación del Fuerte y la Capilla.
Con el tiempo, don Juan Manuel de Rosas, compra tierras y construye la estancia LOS CERRILLOS y una capilla dentro de la misma.
En junio de 1825 la Capilla de Monte estaba en un estado calamitoso, por lo tanto se resolvió la construcción de un nuevo templo. Fueron varios vecinos los que aportaron, entre los que estaban: Pedro Nolasco López, Zenón Videla, Ramón Urquiola, Genaro Chávez, Vicente Rozas, Fausto Ferreyra y muchísimos vecinos mas.
Rosas ordenó activar los trabajos y contribuyó, de su peculio particular, con la cantidad de $ 1.000, para terminar la construcción


El 21 de Agosto de 1825 el fraile Espinoza fue nombrado cura interino y vicario foráneo de la recién creada Parroquia de la Divina Pastora de la Guardia del Monte, siendo por lo tanto el primer párroco de este Pueblo. El 30 de Junio de 1831 se concluyo la construcción del Templo.

El 14 de agosto de 1833, Vicente González le escribe a Juan Manuel de Rosas, mencionando en la misiva, a la Divina Pastora "Patrona de este Pueblo y Protectora del Ejército Federal, acantonado en esta localidad
Pero fue en 1864, cuando el gobierno de la Provincia de Buenos Aires toma a su cargo la mayor parte de la construcción de la actual Capilla, se termina la construcción en setiembre de 1867.


  • Fuente: www.portaldelmonte,com

miércoles, 24 de agosto de 2016

 Un paseo normal por Monte...

A solo 110 kilómetros de Buenos Aires sobre la ruta nacional 3, San Miguel del Monte tiene suficientes atractivos para diferentes planes: una escapada romántica, con amigos, en familia o solo, y se puede conocer en un día o disfrutar tranquilamente un fin de semana.
Monte es una de las ciudades más antiguas de la provincia de Buenos Aires, sus calles son tranquilas y en ellas hay desde locales, bares hasta clubes y canchas de polo. Tiene ese secreto de pueblo donde la siesta es casi un decreto y el mate es un ritual en la costanera, junto a la famosa laguna, todo a mano.
Podemos empezar el recorrido de este pueblo con historia en la plaza Adolfo Alsina -en las calles Laura Giagnacovo, Alem, Petracchi e Hipólito Yrigoyen-, que tiene una ornamentación muy vistosa y pérgolas. Los fines de semana y feriados, sobre la explanada municipal y esta plaza se organiza el Paseo de los Artesanos, donde se ofrece gran cantidad de productos locales, como trabajos en madera, cerámicas, vidrios grabados y tejidos, entre otros.

Sobre Laura Giagnacovo e Hipólito Yrigoyen está el templo parroquial San Miguel Arcángel, que fue inaugurado en 1867. De estilo colonial, intervinieron en su decoración artistas como Héctor Butler y Raúl Soldi, entre otros, y en 1980 fue declarado monumento nacional.
Justamente el nombre de la ciudad deriva de la protección pedida por los milicianos a San Miguel Arcángel, y el 18 de noviembre de 1779 comienzan la construcción de la capilla del fuerte, tomándose esa fecha como su fundación.
Siguiendo hacia Juan Manuel de Rosas y Belgrano nos encontramos con lo que se conoce como el Rancho de Rosas. Realizado en adobe, troncos de palmeras, techos de pastos trenzados y tirantes de caña se encontraba en la estancia Los Cerrillos, y su traslado a este solar fue en 1987. Hoy es la única vivienda que queda en pie de Rosas y son 4 habitaciones de rápido recorrido.

Se puede visitar de lunes a miércoles, de 8 a 12; jueves y viernes, de 8 a 16, y sábado, domingo y feriados, de 10 a 16.
A pocos pasos de ahí, en Belgrano entre J. M. de Rosas y Pinazo, está el Museo Municipal Guardia del Monte, que alberga gran cantidad de piezas como ánforas, vestidos de época, el sello epistolar de Manuelita Rosas, que es propiedad del Museo de Luján; documentación sobre el hospital Zenón V. Dorna, la Sala de Arqueología Urbana del Siglo XIX, restos fósiles encontrados en el río Salado, una carreta de 1885 y algo curioso: el acta de matrimonio por iglesia del ex presidente Juan Domingo Perón con María Eva Duarte, entre otras cosas.
El museo se puede visitar de lunes a miércoles, de 8 a 12; jueves y viernes, de 8 a 16, y sábado, domingo y feriados, de 10 a 16. El bono contribución tanto del rancho como del museo es de 5 pesos; menores de 12 años, gratis.
Caminar las calles de este pueblo es transitar parte de la historia argentina, pero si el paseo no es precisamente conocer su semblanza, sino pescar, las lagunas Las Perdices y de Monte son el sito ideal; esta última se divide en dos zonas: la de pesca, donde se podrán obtener dientudos, bagres, pejerreyes y otras especies, y la de motonáutica, para practicar jet ski, windsurf, velerismo, canotaje y demás.
La costanera se encuentra iluminada y a su alrededor hay lugar para acampar, alquilar botes, bicicletas o caballos, con una variedad de campings y hotelería para todos los gustos, desde hoteles con spa hasta aparts.

Entre las fiestas más importantes está la Semana de la Federación, que se celebra el 22 de marzo, recordando la partida de Juan Manuel de Rosas a la Expedición al Desierto; en este encuentro se puede disfrutar de almuerzos criollos, desfiles y actuaciones de cantores locales, y el 18 de noviembre, su aniversario.
  • Fuente: La Nacion

miércoles, 3 de agosto de 2016


Los Colorados del Monte:

El jinete usa chuleta a lo federal, viste gorro de manga, camisa y chiripá de bayeta colorados, el calzoncillo es blanco, las botas de potro, despuntadas y las espuelas de plata. Su armadura es el sable, la lanza enastada en tacuara con borla roja y las boleadoras atadas a la cintura.
El caballo, enjaezado con cabezada de plata con riendas de cuero sin curtir, sólo sobadas con bombas y pasadores del mismo metal, luce la frentera federal y en la cola un moño rojo llamado colera; su recado es el común usado en el campo en aquella época.
El soldado del Quinto Regimiento de Caballería creado por Rosas, no necesita más presentación que la de su uniforme, su caballo y su nombre: Los Colorados del Monte, para que un sinnúmero de adjetivos y anécdotas se hagan presentes para describirlo. Este cuerpo de milicianos fue formado y sostenido por Rosas, primero para preservar sus bienes y luego para actuar cuando el orden y la ley se vieran amenazados.
Los Colorados del Monte, ligados por su nombre con el sitio que los vio crecer, estuvieron presentes en cada hora decisiva que vivió el país. En junio de 1820 salen a defender a Buenos Aires contra el alzamiento del coronel Pagola; en agosto tienen la participación más decisiva en la lucha donde son vencidas las fuerzas de Ramírez y López en Pavón. Vuelven a combatir en Buenos Aires el 5 de octubre en la célebre jornada en la que liberan a la ciudad de los amontados restableciendo el orden. Por la disciplina mostrada en estas intervenciones se ganan el reconocimiento y respeto de toda la ciudad. La población los aplaude. El periodismo (a través de Fray Francisco de Paula Castañera).
Con el alzamiento de Lavalle en diciembre de 1828, llega el momento de una nueva intervención de los Colorados en las cuestiones nacionales; pelean en Navarro, en Pergamino, en San Miguel del Monte, en Las Vizcacheras, en Puente de Márquez y otra vez auxiliando a Buenos Aires.
Como locales y con todo el apoyo de su pueblo, la gente de San Miguel del Monte, son la columna vertebral de la expedición al desierto en 1833. llegará 1839 y su actuación en Chascomús contra la revolución de los Libres del Sud. Después serán Santa Fe, Córdoba y La Vuelta de Obligado. En todas estas acciones Los Colorados del Monte estuvieron junto a su jefe y creador, cayendo junto a él cuando fue vencido el 3 de febrero de 1852 en Caseros.
En más de 20 años de existencia, este cuerpo militar contó con verdaderos talleres de maestranza que trabajaban el cuero para aprovisionarlo de los elementos para la tropa y los aperos para la caballada; también se fabricaron mahorras, regatones, lanzas, estribos, espuelas y el vestuario mismo.

Las instrucciones que el Carancho González transmitía y cumplía muestran el cuidado que Rosas esperaba que se tuviera en la elección de la caballada.
San Miguel del Monte fue sede del cuartel militar de un ejército regular de la provincia de Buenos Aires: Los Colorados del Monte, aunque una vez dejados sus uniformes debieran vigilar sus campos, sembrar su trigo y cuidar sus animales.

En 1979 (159 años después de su primera aparición pública), este escuadrón reaparece en Monte con una formación simbólica creada el 18 de noviembre. En mayo de 1994 se presenta en el Senado de la Nación un proyecto para autorizar a la provincia de Buenos Aires la creación de una Guardia de Honor para el Gobernador, formada por los Colorados del Monte en homenaje a la labor cumplida en la historia provincial. Sus miembros debían ser preferentemente nativos residentes en el partido de Monte.

En los últimos años, el cuerpo simbólico de Los Colorados del Monte ha participado tanto en Monte como en la ciudad de Buenos Aires de actos recordatorios en memoria de su creador Juan Manuel de Rosas, acompañando el arribo de sus restos al cementerio de la Recoleta o en la inauguración del monumento al Restaurador en 1999.